Este inhóspito he increíble lugar queda al noreste de Puerto natales entre sierra Señoret y cerro Benítez; anfiteatro natural para recorrer distintos ecosistemas como bosques, pampa, cordillera y la laguna. Perfecta para realizar distintas actividades como caminatas, kayak, escalada, avistamiento de aves desde los majestuosos cóndores y los pequeños Chincoles, además de las distintas especies que habitan este lugar.
Los invito a leer conectando e imaginando mi relato personal…
“Después de horas de caminata y llegando a la supuesta meta siento un sabor especial, me doy cuenta que es sólo un momento más de permanencia. Lo que realmente siento es que el proceso de vivir el momento a momento va más allá del logro en sí mismo. Me detengo, contemplo y conecto con la energía tan única y especial que me entrega este misterioso lugar. Siento su esencia nutriéndome desde cada espacio y cada brisa que me hacen sentir aún más viva cada segundo, inspiro el aire más puro que puedan recibir mis pulmones y expiro gratitud mientras observo la belleza que me rodea. En este preciso instante me mantengo ahí, sin expectativas y me dejo sorprender mientras me inmerso en los frondosos bosques de Lenga con mi mirada.
Continúo con mi caminata pero mantengo mi concentración en la respiración, escuchándolo todo y cada sonido, mirando el paisaje y cada planta y cada insecto. Llegando a lo más alto, en ese momento miro a mi alrededor y puedo divisar los fiordos de Ultima Esperanza y el majestuoso vuelo de los cóndores más cerca de lo que nunca había imaginado. Una belleza escénica increíble colmada de sabiduría.
Cuando comprendo que mi desconexión con la naturaleza, mi verdadero hogar, es en gran parte la generadora de mis crisis externas e internas en las que vivo, no me queda más que regresar a ella. La escucho, conecto para cuidarla desde el amor, experimento una conexión para que el caminar a esa “meta” tenga un sentido. Tomo consciencia del porqué hago lo que hago replanteando mis sueños y pasiones. Para que tenga sentido lo que quiero entregarle al mundo, reconociéndome como parte del TODO.
Nunca había experimentado una conexión tan fuerte como la que se siente en este inhóspito lugar, muchas veces tímido y escondido, laguna Sofía te entrega una energía indescriptible por no decir sanadora, y me encantaría invitarte percibir, a darte el tiempo de conectar, de disfrutar de lo simple, de ver la magia en todo lo que nos rodea, la compañía, las montañas, la luz del sol. Te invito, a sentir la energía con la que la naturaleza nutre el alma volviendo cada acto, cada paso consiente, atreviéndote a sentir las emociones para no evadirlas, y agradeciendo el hermoso presente en el que habitamos.
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